Fotos
Rodeado de rascacielos, el proyecto se plantea como una alfombra, una estructura organizada para ser vista desde arriba.
El programa ayuda a la diversificación: organiza el complejo a base de una espina que contendrá los aularios en sus dedos. El resto del programa dispone volúmenes autónomos a lo largo de una calle pública y lineal que discurre por todo el edificio, propiciando patios, porches y zonas intermedias.
La orientación sur de los aularios propiciará la colocación de una gran celosía de hormigón para protegerlos del sol. Además, esta celosía actuará como cojín climático.
Se aprovecha la localización y el clima suave de la zona para plantear un edificio abierto en contacto constante con el exterior.