Se trata de un edificio entre medianeras que da respuesta a las diferentes tramas urbanas presentes en el lugar. El edificio en la calle Girona se plantea con alineación al vial, retrasando la planta baja para ampliar considerablemente las aceras y provocar unos accesos al edificio anchas y cómodas. Se crea una plaza en la calle Marià Sans para esponjar la trama urbana del casco antiguo.
La propuesta se desarrolla verticalmente, apilando los usos por plantas, de manera que en cada nivel hay un servicio diferente, consiguiendo una organización clara y fácilmente comprensible por los usuarios.
La disposición de los diferentes usos en vertical se hace atendiendo al volumen de usuarios, con el fin de reducir el movimiento vertical de personas, logrando un uso más fluido del centro.
En planta, un patio que aporta unas condiciones de luz y ventilación adecuadas, es el mecanismo que organiza la distribución y las circulaciones.
La comunicación vertical se organiza mediante dos núcleos separados en cada extremo del edificio, uno de uso público y otro de uso técnico, garantizando que en todo momento haya diferenciación de las circulaciones.
La organización para plantas del programa funcional es la siguiente:
• Planta Baja: áreas de Acceso General, Apoyo a la Cronicidad y Unidad de Urgencias Ambulatorias.
• Planta Primera: Unidad de ASSIR. Planta Segunda: Unidad de Consultas Externas.
Estas dos plantas, de uso ambulatorio, tienen un esquema funcional igual, con las circulaciones y áreas de espera se sitúan alrededor del patio, para conseguir un ambiente confortable y de calidad para los usuarios mientras que las consultas se sitúan a fachada.
• Planta Tercera: CMA y Cirugía menor ambulatoria. Planta Cuarta: Unidad de Consultas Externas.
Estas dos plantas, con un carácter restringido al público, se organizan linealmente en un bloque más compacto, disponiendo las diferente áreas a lo largo de un pasillo central.